A la hora de elegir un sofá para nuestro salón, encontramos en el mercado una gran oferta en lo que a acabados se refiere. Lo más habitual suelen ser los tapizados de diversos tejidos, ya sean lisos o estampados, con más o menos trama.
A la hora de elegir un sofá para nuestro salón, encontramos en el mercado una gran oferta en lo que a acabados se refiere. Lo más habitual suelen ser los tapizados de diversos tejidos, ya sean lisos o estampados, con más o menos trama. Por otro lado tenemos los sofás de polipiel (derivado sintético de la piel) y el cuero; es en este último en el que centramos nuestro interés para conocer las posibilidades que ofrece este material en el tapizado de sofás.
Encajan en diversidad de estilos
El clásico estilo británico es el abanderado en el empleo de este tipo de sofás en la decoración. Los sofás de cuero son asiduos en entornos muy formales y en espacios públicos, como salas de espera de hoteles y estaciones de tren. Ya estamos acostumbrados a ver por todas partes los sofás Chester, y aunque ya se pueden ver en todo tipo de acabados, lo tradicional era el uso de piel para su acabado final.
A pesar de ser un material clásico, resulta estéticamente muy atemporal y encaja a la perfección en ambientes actuales de estilo contemporáneo independientemente del modelo del sofá, ya sea liso, con capitoné, con respaldo alto o bajo.
Complementos
Como ya hemos comentado, los sofás de cuero se prestan a encajar en ambientes variados siempre y cuando nos ayudemos de los famosos complementos. Para ello puedes utilizar cojines, mantas y alfombras de colores vivos y estampados manteniendo un equilibrio cromático.
Para una mayor armonía podemos completar el conjunto de salón con pequeños pufs de cuero, tanto de estilo contemporáneo como del tradicional estilo marroquí, logrando un mayor o menor contraste decorativo según el ambiente que deseemos.